domingo, 6 de julio de 2014

Macbeth



   El viernes recién pasado, asistí a la obra de teatro "Macbeth", llevada a cabo por la compañía Teatro del Terror, en la estación Mapocho. Estuve todo el fin de semana hablando de lo intenso de la obra, y la bien lograda tarea de representarla.

   Por ello, debo dedicar algunas palabras...



   Todo comienza con una extraña indicación de pronunciación de la obra, que no se debe llamar por su nombre, que se cree, está maldita. Y, desde allí, un suspenso que no decae hasta su término.

   Aparece el protagonista, una persona que no podría dañar a nadie, un cobarde diría después su mujer, un tirano dirán quienes lo despojan de su trono, un maldito ser humano diré yo.

   Dudoso de cometer el crimen, su mujer lo convence y con una daga empuñada, se da comienzo a la tragedia.

   Qué notable forma de envolvernos en esta terrible historia!.
 
   Suenan fuertes golpes en la oscuridad, gritos, llantos, música. Aún siento ese frío en la espalda al recordar el sonido de las cuchillas contra el concreto, al ver la gestualidad de la mujer de Macbeth, al escuchar ese maldito susurro en mi oído de un brujo que nos rodeaba, al escuchar las maravillosas frases escogidas por el gran Shakespeare en sus monólogos.

   ...Esos cuerpos envueltos y el llanto de un padre al abrazarlos, esos ojos de odio sin temor a la muerte, esas batallas perdidas con la conciencia asesina, esa sangre corriendo por sus brazos, y gritos... qué gritos!.

   La ambición desbocada por el poder, produce una secuencia interminable de actos humanos deplorables. Asesinatos, violaciones, traiciones, locura, odio, venganza, destrucción. Qué manera de mostrar hasta dónde es capaz de llegar el ser humano y la forma en que justifica sus actos.

   William Shakespeare, sin duda, un grande.

   Un diez a quienes dieron vida a esta obra. Muchas gracias muchachos!

   Y a quienes pasen por aquí, quiero invitarlos a que vayan a verla..

   Y gracias a la Pame por la invitación ;)



No hay comentarios:

Publicar un comentario